
Personalmente, estoy seguro que el problema no es la malicia (al menos no a gran escala) sino la desidia.
Es importante tomar consciencia de que la naturaleza puede cuidarse con gestos tam simples como no derrochar agua, ahorrar electricidad, no arrojar residuos en la vía pública (por la ventana de un auto o colectivo, en la playa, desde una embarcación, etc).
No creo que alguien que abriese un paquete de cigarrillos en San Clemente tuviese idea de que el celofán terminaría en la panza de un delfín.
El problema, como con la crisis económico-financiera, es la desidia.
Fuente:
Agencia CyTA
No hay comentarios:
Publicar un comentario