domingo, 7 de agosto de 2011

La batalla por la información (II)

Sé que no te lo creés.

En la red hay una guerra.

Y parece que la estamos perdiendo quienes queremos que la información (y, por carácter transitivo, la cultura) fluya libremente. Alrededor del mundo se están implementando leyes y normativas que restringen el acceso a sitios de descargas de material (como el viejo NAPSTER) o a los sitios que permiten compartir links e información (el fallo contra TARINGA en Argentina demuestra que aquí también ocurren cosas).

En Grecia se presenta una ley que criminaliza a los administradores de blogs y foros donde los ciudadanos compartían datos sobre los funcionarios que habían aprobado el recorte (después de que se organizaran escraches con bombitas de pintura y murgas frente a las casas de los políticos).

En EE.UU se analiza la utilización de fuerza física contra los autores de ataque de denegación de servicio contra instituciones gubernamentales y sus socios estratégicos (es decir, proveedores del ejército como, por ejemplo, MICROSOFT).

En Inglaterra se prohíbe el acceso a los sitios de descargas, además de que se criminaliza a los usuarios que intercambian información a través de redes peer-to-peer. Para que se entienda, te meten multas y, posiblemente, vayas preso.

¿Qué decir de España entonces, que a pesar de los casos comprobados de corrupción de las organizaciones de administración de derechos de autor todavía no abolió el CANON DIGITAL?

Con horror vemos que la batalla ha llegado a la Argentina. De hecho, hace tiempo vienen instaurando (desde un sector rancio del conservadurismo) la noción de que con la piratería se está matando a los autores. Así, se hacen llamados a que la población participe en el auxilio de estas víctimas de un supuesto genocidio. Pero si uno escarba un poco descubre que, en los papeles, las propuestas legales sólo intentan defender un sistema de comercialización basado en una dinámica que se ha vuelto CLARAMENTE obsoleta luego de la aparición de INTERNET.

Resulta curioso que los archi-defensores de la desregulación de mercado y la libre competencia, defiendan una práctica improductiva. Recuerdo cómo hace unos años un señor, que ahora es jefe de gobierno de Buenos Aires, avalaba el discurso de otro señor (tristemente célebre por ser un presidente entregador) que afirmaba que industria que no podía competir, tenía que cerrar.
Uno se pregunta por qué, entonces, intentan defender una industria que no se ha adaptado (ergo, tampoco ha podido coordinar un nuevo modelo de negocios).

Como antecedentes de estas defensas tenemos:
1) CABA - Ley "Inés Urdapilleta" (sobre la piratería callejera, cabe destacar a quiénes intenta defender, invocando el genocidio de autores).
2) NACIONAL - Ley "Pinedo" (MUY relacionada con los conceptos de ACTA y DMCA, mediante la cual se militariza el funcionamiento de los ISP, internet service provider)
3) NACIONAL - Ley "Giustiniani-Pichetto" (literalmente, un calco del CANON DIGITAL).

Como siempre digo: si no me creés, te invito a navegar y refutarme.

Más links:
Richard Stallman - Software libre para una sociedad libre
Beatriz Busaniche - Copyleft en Argentina
David Ugarte - El poder de las redes
David Ugarte - Redes para ganar la guerra

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