Digamos que uno no cree que La Nación intenta que los lectores hagan paralelismos estrafalarios entre el peronismo, los K y Muammar. Pero a la final se tiene que aceptar que, dado el resultado de las primarias, los operadores de la prensa libre tienen que, de alguna retorcida forma, seguir metiéndole fichas a la (por ellos anhelada) caída de Cristina.
EL TÍTULO NO ES TENDENCIOSO, que va. Además, la redacción de la nota deja bastante que desear: no menciona los repetidos ataques que sufrió Libia durante la década de 1980, ni el vuelco hacia occidente que la acercó a Clinton y Bush.
La nota termina advirtiéndonos: esa dinastía, que se veía predestinada a dirigir el país pasa siempre, corre ahora el riesgo de ser sepultada por los escombros de su ambición.
¿Operación? ¿Qué operación? Es prensa libre, babosos.
Fuente:
La Nacion.
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