Modelos educativos

Desde hace unos meses, observamos como se da la batalla por la igualdad, al otro lado de la cordillera. Dicho de ese modo suena grandilocuente, pero a grandes rasgos se trata de eso: de dar algunos pasos en el camino de la igualdad de oportunidades.

De este lado de Los Andes, a nivel capital, estamos viviendo el camino inverso. Claro que, vale la aclaración, la educación pública no es ninguna panacea. Está plagada de errores, y en ella coexisten profesionales idóneos y personas equivocadas. También hay abusos (de las "bondades" del sistema) y, encima, lentamente están quitándole financiamiento.

Uno de los temas más controversiales actualmente son las juntas docentes. Parte del reclamo hacia la parte gremial, válido por cierto, es que no hay necesidad de que existan 8 (ocho) juntas distritales, y que un mismo docente anotarse manualmente en cada una. Es decir, ir físicamente y completar 8 (ocho) carpetas diferentes, a horarios estrambóticos, siendo que vivimos en la era digital.

Lo positivo de las juntas es que la mayor parte de su personal es elegido por el resto de los docentes (una parte, vale aclarar, que pertenece al sindicato).

El gobierno capitalino, aprovechándose del descontento docente, intenta tergiversar el reclamo y llevar agua para su molino. La idea de unir las 8 (ocho) juntas en una sola, donde uno podría anotarse digitalmente, es un viejo reclamo de las bases. El problema, por el cual estalla la huelga, es el sistema de nombramientos de autoridades que, en el caso del proyecto Bullrich (nada que ver con las brujas), queda supeditado a lo que el poder ejecutivo metropolitano decida. Esto, a dedo, y dependiendo de qué inclinación política se tenga.

Por eso, hoy a las 14 hs vamos a la marcha. No soy docente pero sí fui alumno de la escuela pública y la considero la única herramienta que nos queda para aspirar a la igualdad.

Fuentes:
varias