No me hace gracia ver a los tanos en el horno. Me une a ellos la sangre, y la historia de unos ancestros locos que cruzaron medio mundo pa' encontrar un futuro.
Hacía tiempo esperaba verlo con los pies en polvorosa, mientras me morfaba crónicas de Ecco, y tantos otros, sobre los abusos de este Menem a la scarparo.
Y se fue, nomás, pero antes se llevó puesto a un país que fue tan iluso como para confiar en él. Algo así como los argentinos de los 90's.
Excelente análisis sobre este esperpento.
Fuente:
La historia del dia
iProfesional
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