martes, 31 de enero de 2012

Siete medidas de la reforma laboral que pueden provocar una huelga general

[nota extraída de La Información.com]

"La reforma laboral me va a costar una huelga". ¿Exagera Rajoy? ¿Qué medidas podría tomar el Gobierno como para convertir en inevitable la movilización ciudadana? Un despido más barato, mini-empleos o dejar en mal lugar el acuerdo alcanzado por los agentes sociales podrían ser los detonantes.

A Mariano Rajoy le pillaron en una conversación privada, pero en Génova sabían que, más temprano que tarde, la amenaza de una huelga general iba a salir a la luz en cuanto se anunciasen más recortes.

Sin embargo, el presidente del Gobierno cree que bastará con las medidas laborales para provocar a los sindicatos, que no hará falta siquiera subir el IVA o ajustar aún más las cuentas públicas. No es extraño: las últimas dos huelgas vinieron como respuesta a decretazos en materia de empleo: con Aznar en 2002 y con Zapatero, en 2010.

Repasamos los puntos más espinosos ya barajados por el Gobierno en algún momento y cuya inclusión en el futuro texto se consideraría inasumible por, al menos, los sindicatos:

- 1) Generalización del despido barato. El Gobierno ha asegurado, por activa y por pasiva, que su reforma no abordará el despido, sino la contratación. Es una forma de hablar como otra cualquiera, porque tocando los modelos de contratación se toca el despido.

¿Qué es lo peor que se puede plantear? Un despido generalizado más barato de los 44 días de indemnización por año trabajado que se pagan ahora e incluso de los 33 que se abonan en casos especiales (jóvenes, mayores, mujeres). La CEOE planteó un modelo de 20 días e incluso abrió la veda a los 12.

- 2) Reducción a la mínima expresión de la forma de contratación. Es otra manera de abordar la reducción del despido. En España hay unos 40 tipos distintos de contratos y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya dijo que eso no es sostenible. A menor número de contratos, menos capacidad de respuesta del trabajador.

- 3) Contrato de crisis. En la subida del IRPF adoptada el 30 de diciembre se incluyó la temporalidad en la aplicación de la medida. ¿Puede pasar lo mismo con un decreto laboral? Sindicatos y empresarios revelaron que Rajoy les pidió que estudiasen un contrato de crisis, con una serie de condiciones muy específicas (despido barato, sobre todo) y que estaría en vigor durante unos meses.

Lo malo de este tipo de cuestiones es que se aprueban y luego nunca se eliminan, lamentan desde fuentes sindicales. Además, ambas partes rechazaron la propuesta de Moncloa.

- 4) Mini empleos. ¿Qué hacer con un paro juvenil que afecta a uno de cada dos menores de 30 años en nuestro país? La urgencia ha provocado que más de un dirigente se fije en los mini-empleos aplicados en Alemania, trabajos de unas pocas horas por los que no se cobra más de 400 euros.

Como empleo complementario es buena idea, pero incluso en Alemania los empresarios han aprovechado para generalizar su aplicación a cualquier actividad.

- 5) Cambio del sistema de paro. El presidente del Gobierno le transmitió a Merkel la semana pasada la propuesta de que se extienda a toda Europa el llamado modelo austriaco, que consiste, básicamente, en que cada trabajador tenga su propio fondo que sufrague tanto el paro como el despido.

Curiosamente, esta medida fue propuesta por CCOO a Zapatero hace un par de años, con lo que no debería escocer demasiado a los sindicatos. Lo malo es que, tras la aplicación del modelo austriaco se esconda toda una reforma del sistema de prestaciones por desempleo en España. Y por ahí no pasan los representantes de los trabajadores.

- 6) Fin a las prejubilaciones. En esto coinciden sindicatos y empresarios: no se puede eliminar el derecho, pero Rajoy está dispuesto a acotar la práctica. En su discurso de investidura como presidente, afirmó que se acabó eso de prejubilar y que el paro pague los últimos dos años de vida laboral.

Desde las centrales sindicales se contesta: si un trabajador tiene derecho al paro no se le puede hurtar.

- 7) Que el acuerdo salarial no sirva de nada. Puede ser más una cuestión de formas que de fondo. Los agentes sociales firmaron la semana pasada un completo acuerdo en torno a la negociación colectiva y confían en que el Gobierno les respete lo que ellos creen que es su territorio de decisión.

Rajoy tomó como suyos ayer mismo en Bruselas los pactos en materia de revisión salarial, con lo que no se espera que toque esa parte. No obstante, ¿qué pasará con el resto? ¿Se dejará en mal lugar a los agentes sociales despues de haberles exigido consenso?

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