[OPINIÓN PERSONAL]
Si funcionó la idea de NO PAGAR la deuda, ¿qué carajo esperan los españoles para copiarse?
[NOTA ORIGINAL EN ABC.ES]
El ex primer ministro islandés Geir H. Haarde
afronta desde este lunes un juicio por su presunta actuación negligente
en el colapso bancario sufrido por su país en octubre de 2008 y en el
que se enfrenta a una posible pena de dos años de cárcel.El conservador
Haarde, de 61 años y primer ministro entre 2006 y 2009, está acusado de
violar la ley sobre la responsabilidad de los ministros y de desoír las advertencias que recibió en su momento acerca de una inminente crisis de los principales bancos islandeses.
En
las vistas previas celebradas el año pasado, así como en otras
declaraciones públicas, Haarde ha insistido en su inocencia y en
calificar de «farsa» el juicio, que considera un proceso «político».
La celebración del juicio estuvo en el aire hasta que el jueves el Althingi (Parlamento islandés) tumbó por 33 votos contra 27 una propuesta del líder conservador, Bjarni Benediktsson,
para volver a votar de nuevo si Haarde debía de ser procesado. El
Althingi había dado luz verde en septiembre de 2010 a que Haarde fuese
llevado a los tribunales, siguiendo el consejo de la comisión
parlamentaria de investigación, aunque no hizo lo mismo con otros tres
exministros de su gabinete, dos socialdemócratas. El Gobierno de
izquierda, al mando desde 2009, había tratado de impedir que la moción
de Benediktsson fuera discutida, presentando una contrapropuesta hace un
mes, pero varios diputados rompieron entonces la disciplina de partido y
votaron con la oposición.
El apoyo al proceso parece haber disminuido. Hace un año, dos de cada tres se mostraban a favor
Benediktsson
justificó su derrota por las supuestas presiones a sus propios
diputados del Gobierno, que no se podía permitir un revés que evidenciaría más aún su frágil mayoría,
reducida al mínimo tras el abandono de varios parlamentarios en los
últimos meses, aunque en esta votación contó con el apoyo del opositor
Movimiento de Izquierda Verde.
Entre quienes pretendían inicialmente echar abajo el proceso contra Haarde figuraban el ministro del Interior, el «rojiverde» Ögmundur Jónasson, a quien la primera ministra, la socialdemócrata Jóhanna Sigurdadóttir, sugirió hace semanas que dimitiese. Haarde también cuenta con el respaldo del obispo de Islandia, Karl Sigurbjörnsson,
quien en su sermón de Año Nuevo calificó el juicio de «desgracia» para
el país. Y el apoyo popular al proceso parece haber disminuido: hace un
año dos de cada tres islandeses se mostraban a favor, pero los últimos
sondeos reflejan un empate entre partidarios y opositores.
Primera condena
Que
Haarde sea el único político procesado ha generado críticas a ambos
lados del espectro político, así como el polémico papel de los
socialdemócratas, que formaban parte de su coalición de gobierno y ahora
dirigen el país junto con el Movimiento de Izquierda Verde. Algunos señalan también a David Oddsson,
primer ministro conservador entre 1991 y 2004 y principal impulsor de
la política neoliberal que acabó colocando a Islandia al borde la
bancarrota. Y aunque el fiscal especial ha abierto decenas de casos por
corrupción contra directivos -como la cúpula del que era el primer
instituto crediticio del país, el Kaupthing-, los dueños de los bancos no se han visto afectados.
El día que el Althingi tumbaba la moción de Benediktsson, la Autoridad de Supervisión Financiera destituía a su director, Gunnar Andersen,
por no haber informado de la creación de filiales del Landsbanki en un
paraíso fiscal cuando era uno de sus directivos. Andersen, al que
también se acusa de conseguir de forma ilegal información sobre un
exministro, niega todo y dice que su destitución la han impulsado
personas que quieren evitar ser objeto de la investigación del organismo
que dirigía.
El primer condenado en relación a la crisis fue un manifestante que entró en el Parlamento en 2008
El
proceso contra el antiguo primer ministro reunirá a algunas de las
principales figuras políticas del país: entre los cerca de 60 testigos
figuran Jóhanna Sigurdardóttir, el ministro de Finanzas y líder «rojiverde», Steingrímur J. Sigfússon;
y el propio Oddsson, que ha dicho que hará todo lo posible por ayudar a
su amigo Haarde. La defensa se centrará en que Haarde no podía
intervenir en la actividad de los bancos y que la Fiscalía debe probar
que efectivamente sus decisiones llevaron al crac bancario.
Estreno del tribunal
El tribunal que lo juzga es el Landsdómur,
una corte especial para procesos que afecten a miembros del Gobierno,
creada en 1905 y que nunca antes había actuado. El juicio se
desarrollará en un clima político enrarecido, mientras el Gobierno
negocia la adhesión a la UE, a la que se oponen cerca de dos tercios de
la población, y con las elecciones generales de 2013 en el horizonte.
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