Hombres como Jauretche o Scalabrini Ortiz, decían cosas como estás:
*El hombre de nuestra inteligentzia no mira la realidad para comprenderla, sino que intenta aplicar las soluciones, los esquemas de otra realidades, que acata por sobreestimación de aquellas y subestimación de ésta. Ante un hecho local busca su reflexión en el espejo extraño y no lo ve como lo enseña el objeto, sino como lo devuelve la luna biselada que es más elegante y perfcta. Parte de la doctrina o la ideología y no del hecho nuevo y distinto que exige elaborarla parcialmente hasta integrarla.
*Ver la Argentina desde la Argentina, en función de su realidad y de sus necesidades inmediatas, y no desde afuera, y en función de doctrinas abstractas, de ideologías transferidas desde el exterior en función de realidades y necesidades ajenas.
*La economía moderna es siempre dirigida; por el estado o por los grupos económicos. No existe la economía desregulada.
*Comprobamos que los hechos unifican y las abstracciones dividen y que sobre la carnadura de los acontecimientos, las divergencias de nivel ideológico pierden importancia ante la demanda de las soluciones.
*Fácil fue comprobar en el organizado silencio que todo el aparato de publicidad hizo a nuestra acción [por FORJA], que el interés perseguido por éste era silenciar las posiciones nacionales.
*La lucha de clases era el pretexto ideológico de la intelligentzia de izquierda para no coincidir jamás con los movimientos populares que expresaban el ascenso social y nacional.
*Los ideólogos se proponen subir muy alto, pero le sacan la escalera al hombre que está subiendo algunos escalones.
Fuentes: Arturo Jauretche-Scalabrini Ortiz (historia de FORJA).
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