Massera: Tuviste más tiempo del que merecías. No importa. Te juzgaron antes de que te fueras y te comiste el garrón de saberte vulnerable, punible y culpable.
No me alegra tu muerte. Nadie debería alegrarse por la muerte de ninguna persona. Ni siquiera por la tuya, la de un genocida.
Y además, deberíamos prestar atención sobre a los que se suben al caballo que más les conviene:
Clarín y su obsecuencia histórica
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