miércoles, 30 de marzo de 2011

La radicalidad de un conservador

Ernesto Sanz, ex-pre-candidato a la presidencia por la UCR, un muchacho que supo decir cosas como estás:

"La asignación universal por hijo servirá para subsudiar la droga y el alcohol que consumen los pobres."
¿No serás muy bruto, Ernesto? ¿Sos consciente de lo importante que es, para un sudamericano, llamarse como vos? Llamate a silencio, querido, que hablás y la embarrás.

"El que venga después (de este gobierno), deberá hacerse cargo de las cosas buenas que hizo y corregir las malas."
Resulta extraño que en 2010 dijeras cosas como éstas, y ahora no parés de tirar mierda como loco.


UN RETRÓGRADO, VENDIDO
Estoy muy cerca de irme al pasto, porque te leo (mientras armo el post) y me hacés acordar a la bosta alvearista, a la transada de Balbín en los cuarteles. ¿Sabés que existieron tipos como Irigoyen, Illia? Mi familia tiene un pasado radical, mi abuelo fue un dirigente conocido en su época. Mi bisabuelo fue garibaldino. Salían a la calle, Ernesto, ¿sabés lo que es salir a la calle a manifestar? Salían y se cagaban a palos con la policía. Mi viejo me contaba que mi abuelo, terrible radical, decía que al peronismo no había que prohibirlo, sino superarlo. ¿Entendés? Lo mismo que decía Illia, Ernesto, exactamente lo mismo.

En diciembre de 1962 se reúne el Primer Congreso Provincial de Trabajadores Radicales, y entre varias otras cosas, proponen la planificación de la democracia industrial y la participación de los obreros en las ganancias y la conducción de las empresas.

Cuarenta y pico de años después al fin se propone lo mismo a nivel nacional, ¿y vos qué hacés, Ernesto? Te oponés, aduciendo que esto es demagogia, y otras berretadas. Y también renegás de la asignación universal por hijo, de las netbooks en los colegios, de pagar la deuda externa con reservas, y de tantas otras cosas.

Te quejás, Ernesto, pero no hacés un carajo, nunca hiciste un carajo. Por eso te viene al pelo el comentario de Marcelo Montero: Son carroñeros. Tienen vuelo corto, y se les cae la careta ante cada urna que se abre.

Nunca tuviste mi voto, por lo que no me considero traicionado. Pero me hizo calentar tu sitio, y, sobre todo, el leer los comentarios de algunos correligionarios en los que vi expresada toda la amargura que sintió mi viejo, en aquella pascua fatídica. Por eso, por la indignación de quienes creían en vos, yo te voy a explicar lo que es el radicalismo, hijo de puta.

El viejo payador era radical, la tortuga era radical, mi abuelo era radical, y todos salían a la calle a jugarse el pescuezo con los obreros, para protestar contra la misiadura. Porque en aquella época te la daban, Ernesto. No sé si lo sabés; si jodías mucho te hacían boleta, porque eran dictaduras jodidas las de los conservadores. No como estas que boicotean diarios con menores de 15 años (aunque claro, podés ser miserable y decirme que a esos menores lo K los usaron como escudos humanos).
Radicales eran los tipos que defendían los intereses de la nación, aún a costa de su propia vida.
Mi viejo también era radical, y durante los 70 se opuso a las barbaridades que ocurrían en el Banco Galicia. ¿Sabés lo que pasó? Se lo llevaron, y volvió tres días después, roto y con miedo. Pero seguía siendo radical, y cuando ganó Alfonsín lloró como lloré yo el día que se me rompió el barco pirata de los playmobiles.
Radicales eran Irigoyen, Jauretche, Scalabrini Ortiz, Illia. Porque había que enfrentar, para ser radical, Ernesto. Había que luchar para obtener cada ley, cada logro arrancado de las manos del conservadurismo.
Tal como hizo Néstor, ¿entendés?
¿Dónde está esa lucha en vos, Ernesto? Ciertamente no está en tu postura ni en tu proyecto.

No tenés la altura moral de afrontar la derrota en un comicio electoral. No entendés que tu gente le cree más a Ricardito Alfonsín, porque ve detrás tuyo el escenario de cartón pintado, el montaje de luces y el apoyo de los medios. Ni siquiera sos capaz de aceptarlo por el bien del partido que decís amar.

Andá, abrazate con Cobos, que es traidor como vos. Doble, triple traidor, si querés. Desde lo más profundo de mi corazón, los repudio a ambos. Y les deseo el peor de los comicios, porque se merecen el oprobio de toda la sociedad.


La autonomía es de los pueblos, no de los gobiernos ni de sus gobernantes.
Irigoyen.

2 comentarios:

  1. Una de las jovenes promesa ssegun luis Betnaza de Techint junto con Urtubey , los hombres a los que apuest Techint y despoues se enojan si se les dice que son candidatos dele stablishment

    Me alegro quee esta gente como sanz fracase frente a la evidencia de repolitizacion del pueblo argentino

    Un abrazo

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  2. Espero sinceramente que en octubre nos manifestemos en contra de la concentración. Mirá que no estoy del todo seguro, pero tengo esperanza en que obtendremos la victoria.
    Cordialmente,
    Yo.

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