Por Lucio Castro Y Paula S Zenkman DIREC TOR Y COORDINADORA DEL PROGRAMA DE INTEGRACION GLOBAL DE CIPPEC
En las últimas décadas, la explosión del área trajo gravísimos problemas de congestión. Es necesario pensar estrategias que aseguren desarrollo con equidad y protejan la competitividad e
El transporte es fundamental para el desarrollo económico y social de la Argentina. Por su capacidad de proveer movilidad a las personas y bienes, el sistema de transporte tiene impactos directos sobre la competitividad empresarial, la cohesión social, el medioambiente y la integración territorial.
Por ello, es crucial desarrollar una estrategia nacional de transporte consistente con el crecimiento con equidad.
En las últimas décadas, la economía mundial experimentó una explosión en la demanda de transporte. Esta tendencia se ve reflejada en una acelerada motorización y en problemas crecientes de congestión.
El transporte atravesó profundas transformaciones, algunas como respuesta a esas tendencias, como el desarrollo de la intermodalidad, la expansión del transporte masivo y la incorporación de requerimientos ambientales cada vez mayores (incluida la mitigación del cambio climático), la seguridad y la eficiencia energética. Estas tendencias plantean nuevos desafíos a las políticas sectoriales.
Ciertas tendencias resaltan en el período 2003-2010.
Por un lado, la inversión pública nacional en estos años casi triplicó a la realizada en los noventa, aunque hubo una fuerte disminución de la inversión proveniente de otras fuentes públicas y privadas. Sin embargo, la inversión pública aún está por debajo del promedio internacional e incluso latinoamericano como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).
La segunda tendencia es el sostenido incremento de la demanda , que genera severos problemas de congestión en la red de transporte. Además, hubo un muy fuerte crecimiento de los subsidios a la oferta (que alcanzan alrededor del 1% del PIB) como consecuencia del congelamiento de las tarifas desde 2002.
Es posible identificar cinco grandes desafíos: el excesivo predominio del transporte automotor en el movimiento de cargas; problemas de calidad en la circulación y capacidad en los tramos de alto tráfico de la red vial; adecuación a buques de gran calado y problemas de congestión en los principales puertos; graves problemas de congestión, deterioro de la calidad del servicio y la necesidad de reducir y reorientar hacia los usuarios los subsidios en transporte de pasajeros, e importantes falencias en el servicio de transporte aerocomercial.
Una visión de futuro de la Argentina en la próxima década permite prever un fuerte crecimiento en la movilidad urbana y una mayor demanda de transporte de graneles -la producción granaria podría llegar a alcanzar las 160 millones de toneladas hacia 2020- y nuevos requerimientos de logística de mayor calidad, vinculados con una matriz productiva más diversificada, de mayor valor agregado y más balanceada territorialmente.
Con estos desafíos, es necesario que el Estado nacional desarrolle una estrategia sectorial articulada alrededor de cinco principios: integralidad , mediante una articulación coherente y coordinada de las políticas hacia los distintos modos de transporte; transversalidad, con la incorporación de los efectos múltiples sobre el desarrollo en la definición de las políticas sectoriales; federalismo , con una decidida refocalización hacia cuestiones de alcance nacional de la Secretaría de Transporte y una mejor coordinación entre niveles de gobierno, y prospectiva , para anticipar las demandas para el transporte de un mayor movimiento de graneles, un aumento de la movilidad de las personas, una matriz productiva más diversificada e importantes tendencias hacia un paradigma de sostenibilidad medioambiental en las próximas décadas.
En este contexto, una acción estratégica del Estado nacional requiere primero modernizar las instituciones de gobierno del sector.
Además, es clave normalizar los marcos regulatorios y modificar la matriz del transporte interno de cargas . También es necesario asegurar la movilidad urbana e impulsar la modernización y mejora de los servicios para fomentar la cohesión e integración territorial.
Finalmente, existen algunas cuestiones prioritarias que el Gobierno necesita atender para resolver las urgencias del sector.
Es crucial reformar las instituciones y normalizar los marcos regulatorios sectoriales , así como mejorar la asignación de los subsidios al transporte en el corto plazo y reemplazarlos en el mediano plazo por un sistema de subsidio a la demanda.
Por otro lado, es posible incentivar una mayor participación del ferrocarril en el transporte de cargas y ampliar la capacidad de los principales corredores viales.
Además, es importante liderar una estrategia de desarrollo portuario integrada y consensuada interjurisdiccionalmente en la Región Metropolitana de Buenos Aires, lanzar un Programa Federal de Mejora del Transporte Urbano para financiar proyectos locales de transporte sustentable y corporativizar Aerolíneas Argentinas y Austral.
[nota extraída de Clarín / opinión / tribuna]
Paula Zenkman es amiga de la casa.
ResponderEliminarCordialmente,
Yo.
Dice corporativizar Aerolienas
ResponderEliminarla corporatracia como en Europa
Estimo que no se refiere a privatizarla. Aunque, bueno, tendré que preguntarle a la escritora.
ResponderEliminarCordialmente,
Yo.