Leyendo Biblioteca Ignoria, me sentí un poco desilusionado de mi querido Koestler. De él tengo El cero y el infinito, Espartaco y En busca del absoluto. También he leído El fantasma en la máquina y he percibido, como bien se comenta en la nota de Stephen Jay Gould, un ataque directo a Darwin por razones que se me escapan.
Bah, no se me escapan. En mucha gente he leído eso de que la visión científica de la realidad carece de propósito (en el sentido de que toda existencia exige una razón más elevada que la justifique).
¿Y realmente debe ser así?
Digo, mucha gente piensa que si no se considera la existencia de la magia, la vida se torna gris y horrible, y la historia del hombre no es más que una sucesión de hechos finitos y carentes de todo interés. Yo, por el contrario, siempre me he planteado que la verdadera magia de la humanidad se apoya en nuestra capacidad por superar cualquier obstáculo. Siendo lo perennes y débiles que somos frente a la naturaleza, somos capaces, sin embargo, de explotar al máximo nuestra única ventaja evolutiva: el pensamiento abstracto.
Eso sólo vale como disparador de una épica para el ser humano, desde la invención del fuego hasta los satélites. Qué sé yo...
La nota de Ignoria habla de otra cosa, en realidad, pero me disparó estas reflexiones.
Fuentes:
Bibliotece Ignoria
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