El gobierno turco pagará una compensación sin precedentes a las familias de cada una de las 34 personas que murieron el pasado diciembre durante un bombardeo del ejército turco en el distrito fronterizo de Uludere, en la provincia suroriental de Şırnak, al confundir a un grupo de lugareños que contrabandeaban mercancías con el norte de Irak con miembros del grupo terrorista PKK que trataban de infiltrarse en territorio turco.
La cuantía de las indemnizaciones fue anunciada el martes por el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan, que explicó que además de las 23.150 liras (casi 10.000 euros) que corresponden por ley a las familias de cada uno de los fallecidos se sumarán otras 100.000 liras de los fondos del gobierno, lo que en total eleva la indemnización por cada víctima a 123.150 liras (cerca de 52.000 euros), una cifra sin precedentes hasta la fecha en el pago de compensaciones económicas a las víctimas del terrorismo en Turquía.
El primer ministro turco añadió que la entrega de las indemnizaciones no implica que se vayan a reducir los esfuerzos en la investigación para determinar qué fue exactamente lo que ocurrió el pasado 28 de diciembre para que un grupo de campesinos que mercadeaban combustible y cigarrillos con el norte de Irak para obtener un dinero extra fueran confundidos con miembros del PKK.
Hasta ahora las hipótesis apuntadas por la prensa turca son múltiples, desde una descoordinación entre el mando central en Ankara con el mando civil y militar provincial -que conocía desde hace años las actividades de contrabando en la zona-, hasta fallos en los servicios de inteligencia o incluso un plan orquestado por grupos infiltrados en las fuerzas armadas contrarios al gobierno del AKP, que habrían buscado con esta acción perjudicar la imagen pública del ejecutivo de Erdoğan. Sea como fuere, el gobierno ha negado hasta ahora todas ellas y se remite a la investigación en curso para esclarecer lo ocurrido, y entre otras medidas está estudiando la apertura de un paso fronterizo cerca de la localidad de Gülyazı, de donde eran originarias las víctimas, para permitir el tráfico legal de mercancías con el norte de Irak.
Mientras tanto el partido nacionalista kurdo BDP, que desde el primer momento ha culpado al gobierno de Ankara acusando al propio primer ministro de haber ordenado en persona el bombardeo de los lugareños, ha anunciado que pedirá a la ONU que realice una investigación independiente de los hechos y que podría presentar una demanda contra el gobierno turco ante la Corte Penal Internacional.
El pasado 31 de diciembre un grupo de alborotadores protagonizaron un intento de linchamiento del gobernador del distrito de Uludere cuando realizaba una visita a las familias de los fallecidos para expresarles sus condolencias. La acción, que acabó con el asaltado en el hospital, fue condenada por los residentes de Uludere y por los propios familiares de los fallecidos, que afirmaron que los autores del ataque habían venido de fuera. El gobierno turco acusó entonces al partido BDP de estar detrás del intento de linchamiento y acusó a la formación nacionalista de buscar tensiones y beneficios políticos con la tragedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario