[nota extraída de Ciencia en el XXI]
Una de las últimos mitos que han metido en la cabeza de mis alumnos es que tomar un cucharada de aceite antes de beber alcohol te convierte en una especie de superhombre que no se emborracha. Se les insinuó que podían beber todo lo que quisieran sin preocuparse de estar mareados, una propuesta del todo disparatada. Decir esto a adolescentes siendo adulto es, cuanto menos, una irresponsabilidad. Por suerte, la mayoría de mis alumnos están entrenados para el pensamiento crítico y dudaron -lógicamente- de esta afirmación. La única parte de verdad que tiene este mito es que retrasa un poco los efectos del alcohol, simplemente porque la absorción es más lenta, punto. Pero no elude la entrada de alcohol en el organismo. Lo cierto es que beber alcohol en cantidades masivas es perjudicial para la salud, lo mires por donde lo mires.
Fuente: sonicando.
Uno de los problemas de un país que realiza recortes en ciencia es que, a la larga, redunda en la educación de sus ciudadanos y son más las personas que recomiendan a niños y adolescentes barbaridades como las de arriba. Un país sin ciencia es un país inculto. Un país sin ciencia es un país enterrado en los mitos. Un país de estas características pretende hacer ciencia con cero plazas, lo cual es impracticable.
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