El norteamericano Ernest Vincent Wright, un serio catedrático del MIT escribió una novela de 50.110 palabras titulada Gadsby. Ninguno de los vocablos que utilizó para escribir su obra contiene la E.
La novela describe la lucha que sostiene John Gadsby para transformar el pueblecito de Branton Hills en una ciudad símbolo del progreso y de la prosperidad.
Dos detalles insignificantes podrían transformar la historia de este venerable catedrático californiano en una de las fascinantes narraciones de Borges.
El primero es de tipo metodológico: Wright ató la tecla E de su máquina de escribir para evitar lapsus indeseados.
El segundo detalle es más macabro: Ernest Vincent Wright murió el mismo día en que se presentaba su novela. De hecho, nunca llegó a tener un ejemplar impreso de Gadsby entre las manos.
El reto fue conseguido tras 5 meses y medio de concentración, esfuerzo y desgaste del diccionario de sinónimos.
La idea de esta hazana surgió de la terquedad de Wright ante las continuas afirmaciones de que tal experimento no podía ser realizado, y no por conseguir ningún mérito literario.
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